Ya es primavera
Días atrás, la primavera ya se dejaba ver.
Temperaturas más agradables, algún estornudo que otro y sobre todo, el avance de la luz, al amanecer y al atardecer.
Quizás el invierno por frío y oscuro, parece que nos invita a recogernos y a disfrutar menos de la vida al exterior.
Al llegar la primavera, el abrazo cálido del sol y su compañía durante más horas nos anima a hacer planes al aire libre. Da la sensación de que en este tiempo las horas dan mucho de sí.
Los paisajes yermos o cubiertos de nieve, debido a las bajas temperaturas, por efecto de la floración se vuelven de un colorido espectacular. Cambios en la naturaleza que nos invitan a que nosotros también los hagamos.
Poco a poco, los tejidos gruesos teñidos de grises, marrones o negros abandonarán nuestro armario y darán paso a prendas más ligeras de colores vivos. El cambio de armario anda cerca o muy cerca, en función de la zona en la que se resida.
Lo mismo podríamos decir de la ropa de casa. Es posible que cierto tipo de mantas o edredones nos den más calor del que necesitamos y deban ser sustituidos por otros más ligeros hasta que asome el verano, momento en el que desaparecerán por muy ligeros que sean.
Esto quiere decir que, a no mucho tardar, habrá que buscar el sitio adecuado para guardar esos textiles, que suelen ser voluminosos, y que no vamos a necesitar hasta el próximo invierno.
Aunque la limpieza es esencial en una casa durante todo el año, esta es la época en la que hablamos de “limpieza de primavera”.
Paredes y techos que se han ensuciado por el uso de la calefacción.
Al igual que el mal tiempo habrá causado el mismo efecto en ventanas, rieles y persianas.
Las alfombras que han abrigado nuestros pasos necesitan, de vez en cuando, una limpieza más profunda que la que les proporciona el aspirador.
Si en casa tenemos zonas de exterior, como porches o terrazas, hay que ponerlos al día para disfrutar del buen tiempo en ellas.
Tareas que serán mucho más llevaderas con una buena planificación y la implicación de todos los miembros de la familia.
La finalidad es que nuestra casa, nuestros armarios se adapten al ritmo y las necesidades de la nueva estación.
Para terminar, un deseo: una primavera de luz, poco polen y mucha agua.