También es verano para ellos
Aunque oficialmente desde la semana pasada ya es verano, de momento, el termómetro se resiste a dar el gran salto, lo cual es muy de agradecer, pero me temo que en cualquier descuido se sube a la parra y hasta septiembre no hay quien le convenza para que se le bajen las ínfulas.
Nada es perfecto. A las inclemencias del invierno le suceden los altibajos primaverales y de ahí al temido calor, que intentamos mitigar con ropa y comidas más ligeras, evitando, en la medida de lo posible, la calle a determinadas horas, bebiendo más líquidos y repartiendo el tiempo, cual anfibio, entre la tierra firme y el agua del mar o de la piscina.
No quiero ni pensar en lo que está pasando estos días en buena parte de la fresquita Canadá donde un fenómeno conocido como “domo de calor” ha disparado las temperaturas hasta casi los 50º.
La población ha sido advertida de “una ola de calor prolongada, peligrosa e histórica”. Tan peligrosa como que ha provocado la muerte de forma súbita a muchas personas.
Pocas bromas cuando el calor aprieta sin piedad.
Al igual que las personas intentamos tomar medidas, como las que antes he mencionado, para combatir las altas temperaturas, nuestras mascotas también necesitan protegerse de ellas.
Su instinto les lleva a buscar, en este tiempo, las zonas más frescas de la casa, a beber más o a tumbarse con la panza en el suelo para refrescarse.
Pero hay ciertos aspectos en los que nosotros, sus dueños, debemos reparar para que los rigores del verano no causen estragos en ellos.
Así que vamos con una batería de consejos para hacer más liviano el tránsito por esta estación a nuestras mascotas, que tanto nos quieren y a los que tanto queremos.
En este tiempo debemos sacarlos a pasear evitando las horas de más calor para proteger sus almohadillas plantares de quemaduras.
No es conveniente cortarles el pelo a ras de la piel. Es necesario que unos centímetros de pelo les protejan de los rayos del sol. Si es conveniente cepillarles a diario para eliminar suciedad y pelo muerto.
Su cacharro de agua debe estar en un lugar donde no le de el sol y se la renovaremos con frecuencia.
La desparasitación es importante a lo largo del año, pero, es posible, que haya que aplicar refuerzos en verano.
La temperatura en el interior de un coche en verano es mucho más elevada que en el exterior, por tanto, ni que decir tiene que no se puede dejar al animal encerrado dentro del vehículo.
Ellos son uno más de la familia, así que al planificar las vacaciones hay que tenerlos en cuenta.
Si nuestro destino no es compatible habrá que buscarles un sitio en el que nos aseguremos que estarán bien cuidados hasta nuestro regreso.
Si elegimos, para mí la mejor opción, compartir este tiempo de asueto y disfrute con ellos, seremos responsables de que viajen seguros en el coche, en el interior de un transportín o sujetos con un arnés de seguridad.
En el caso de utilizar como medio de transporte el tren o el avión nos informaremos de las condiciones y requisitos que cada compañía establece para viajar con mascotas.
Llegada esta época del año se hace necesario, nunca me cansaré de recordarlo, un llamamiento a la responsabilidad que tenemos con esos seres a los que nadie nos ha obligado a tener como compañeros de vida, siempre tienen que ser el fruto de una decisión meditada.
No les defraudemos en algo que ellos tienen más alto que nadie, el sentido de la lealtad.