Preparativos

De entre todas la celebraciones navideñas, posiblemente, la principal, con un carácter muy familiar, es la Nochebuena y, siguiéndole los pasos muy de cerca, la comida del día de Navidad.

Nos encontramos a una semana de esas señaladas fechas y, aunque, algunas de las muchas tareas que vienen aparejadas a estas fiestas ya las hemos realizado, por ejemplo, adornar la casa, es posible que aún nos queden otras muchas pendientes.

Por eso, hoy vamos a hacer un repaso de todo aquello que es propio de este momento y que marca la diferencia con respecto al resto del año.

El espíritu navideño se mete en nuestra agenda de contactos recordándonos que hace mucho tiempo que no sabemos nada de personas, a las que les tenemos cariño o cierto aprecio, pero que las circunstancias o los cambios en nuestras vidas nos han alejado.

Que mejor excusa que desearles unas felices fiestas y todo lo mejor para el año venidero para, de esa manera, volver a comunicarnos con ellas y revivir alguna que otra experiencia o anécdota compartida.

Experimentar el buen sabor de boca que deja una conversación con alguien con quien no hablas muy a menudo pero que cuando lo haces te das cuenta que la conexión sigue intacta.

También debemos acordarnos y, como gesto de cordialidad, mandar un mensaje de felicitación o hacer una breve llamada para expresar nuestro mejores deseos a aquellos con los que por trabajo o cualquier otro motivo tenemos cierta relación aunque no se trate de una estrecha amistad.

Seguimos con las lista de tareas pendientes.

Se ha iniciado la cuenta atrás para la primera reunión familiar: cena de Nochebuena y comida de Navidad. ¿Dónde cenamos? ¿Dónde comemos? ¿En tu casa o en la mía? ¿Qué cenamos? ¿Qué comemos?

¿Cuántos nos sentaremos alrededor de la mesa?

A estas alturas necesitamos tener respuesta para todas estas preguntas.

Lo más importante, a la hora de responder, es tener en cuenta que seguimos, desgraciadamente, en tiempos de pandemia.

Hemos mejorado con respecto a como vivimos la Navidad el año pasado, en la que muchas familias renunciamos a estar juntos para frenar o, al menos, no complicar más aún la difícil situación.

A día de hoy, gracias a la vacunación, estamos algo menos indefensos pero no somos absolutamente inmunes y por ello la prudencia, la responsabilidad y el sentido común tienen que presidir nuestras mesas.

Por ello, comensales los justos, en el espacio más amplio y ventilado posible.

En lo relativo al menú hay que tener en cuenta que a lo que de por si sube la cesta de la compra en estas fechas hay que añadirle una inflación disparada.

Tanto si nos decantamos por platos más sencillos y económicos o tiramos por lo caro o más sofisticado el resultado debe ser para todos el mismo: disfrutar de la compañía, dar gracias por estar juntos y que así sea por muchos, muchos años más.

Feliz Navidad.

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