Mesa y mantel

Este título me recuerda a una tienda que había en Madrid, donde se podían encontrar todas aquellas cosas necesarias para poner una bonita mesa. 

Seguro que muchos de vosotros habéis hecho los deberes y ya tenéis claro el día o los días que vais a recibir a familiares y/o amigos en casa y también están planificados los menús.

Pues hoy nos toca poner la mesa, de ahí que me haya venido el recuerdo de aquella tienda. 

Hay personas a las que les encanta organizar comidas y cenas  en sus casas y lo hacen con frecuencia a lo largo del año. Dominan el arte de recibir y la llegada de la Navidad no supone, en ese sentido, algo excepcional. Sin embargo en muchos casos no es tan habitual y es, precisamente, en estas fechas cuando esa mesa en la que, normalmente, por ejemplo,  comen cuatro personas tiene que estirar como el chicle para que quepan ocho, diez, doce o vaya usted a saber. 

Una vez que sepamos el número de comensales, habrá que ver si en la mesa de comedor caben todos, al menos con un espacio mínimo suficiente. Si no fuera así tendremos que buscar soluciones. Una opción es poner en una mesa aparte a los peques de la familia. Otra posibilidad que, además, nos soluciona para siempre el problema,  sin necesidad de comprar otra mesa de comedor, es acercarnos a una carpintería o a un almacén de bricolaje y que nos corten un tablero con las medidas que necesitamos y junto con una pareja de borriquetas problema resuelto.

Ahora hay que vestir la mesa. Es importante antes de colocar el mantel poner un muletón para proteger la mesa de manchas, golpes y del calor de los platos. Si la mantelería que vamos a utilizar hace mucho tiempo que no se ha usado, a lo mejor, es conveniente lavarla y plancharla

El siguiente paso es poner a punto vajilla, cristalería y cubertería. Es la ocasión para utilizar piezas que en el día a día no se les da uso, pero que ahora pueden tener su momento de gloria.

Ya sólo nos queda poner la mesa. Lo mejor sería hacerlo el día anterior para que el día de la celebración la única ocupación sean esos manjares tan ricos que vamos a servir.

En todas estas tareas deben participar todos los miembros de la familia. Es la mejor manera, sobre todo, para que los más jovencitos de la casa aprendan a poner una mesa y sean conscientes de todo el trabajo previo a esa comida o cena en la que se lo han pasado tan bien.

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