Héroes
Siempre he pensado que el ser humano es capaz de lo mejor y de lo peor. Hay noticias que nos dejan el alma encogida porque nos hacen ver el grado de crueldad al que algunas personas pueden llegar. Pero a la maldad no le pienso dedicar ni una sola línea y mucho menos en estos momentos. Un dichoso virus nos ha cambiado la vida completamente. Todo aquello que hasta hace muy poco formaba parte de lo cotidiano, ahora es inconcebible. Nos toca, a todos, librar una batalla para conseguir volver a la normalidad. Sin duda, ese es el objetivo común, aunque para muchos nada volverá a ser igual. Las cifras de personas fallecidas debido a la infección por coronavirus nos golpean diariamente y nos entristecen. Detrás de esas cifras hay personas con nombres y apellidos y un entorno familiar que sufre. Con este recuerdo quisiera arropar a todos los que, en este momento, han perdido a un ser querido.
También quiero dedicarle estas líneas a los que desde la cama de un hospital, ayudados por unos profesionales a los que todo agradecimiento es poco, luchan para salir adelante y poder volver a la ansiada normalidad.
El aislamiento al que obliga la gran capacidad de contagio de la enfermedad hace más duro este trance y que, posiblemente, los enfermos no tengan conocimiento de todas las iniciativas que se han puesto en marcha para ayudar.
Precisamente para aliviar esa soledad se ha organizado una campaña para donar tablets y móviles, de esa manera podrán conectar con sus familiares mediante vídeo llamadas.
Compañías de telefonía móvil dan de forma gratuita el soporte de redes necesario.
Muchos hospitales han facilitado direcciones de correo electrónico para que enviemos cartas a los pacientes.
Hay quien ha puesto sus impresoras 3D a fabricar los componentes que una vez ensamblados se convierten en esos aparatos respiradores que tanta falta hacen.
Fábricas textiles y particulares cosiendo a todo coser equipos de protección como batas y mascarillas.
Un enfermero ha repartido fotos suyas entre los enfermos que atiende para que le puedan poner cara a esa persona que debajo de una vestimenta de protección trabaja para sacarles adelante.
Y otras muchas iniciativas que nos enternecen que, incluso, nos emocionan hasta sacarnos alguna lágrima y que nos demuestran que estamos rodeados de héroes, a los que también, desde aquí, quiero homenajear.
