Esconder la manta
La temporada primavera-verano ha arrancado con fuerza. El calor parece que tiene prisa por llegar.
Todo indica que será un largo y cálido verano.
Hace unos días, la amenaza de una ola de calor hacía imprescindible abordar el cambio de armario. Sacar abrigos, jerséis y la interminable retahíla de prendas con las que nos defendemos del frío para hacer sitio en el armario a la manga corta, el lino, a los tejidos ligeros, a las prendas de baño….
Sé que a muchas personas les resulta tedioso el cambio de armario.
En este sentido, mis consejos no sólo van encaminados a hacéroslo más sencillo y más ameno, sino también a que tenga un aliciente: conseguir el armario soñado, donde todo tiene su sitio y todo lo encontramos fácilmente.
Una vez acabada esa tarea, tenemos otra por delante: guardar las mantas, las colchas o los edredones en los que nos hemos cobijado cuando el mercurio bajaba.
Otra faena que también da pereza y presenta ciertas dificultades. La principal es cómo y dónde guardar unos textiles que abultan tanto.
Lo primero, antes de buscarles un escondite a esas mantas, colchas o edredones, es lavarlos.
Algunas de estas prendas se pueden lavar en casa. Mirad las etiquetas con las instrucciones de lavado en las que os indican la temperatura del agua, si admite centrifugado y a cuántas revoluciones y si se puede meter en la secadora.
En los casos en los que todas estas opciones aparezcan tachadas con una cruz sólo queda la posibilidad del lavado en seco.
Una vez limpias, vamos a buscarle acomodo.
Lo ideal es destinar un armario o una gran cómoda para guardar la ropa de casa. Otras opciones son el canapé o los altillos.
Si disponéis de un cuarto trastero podéis habilitar una zona para ello con cuidado de que no haya humedad.
Una manera de optimizar el espacio es el uso de bolsas al vacío con las que conseguimos reducir de forma considerable el volumen.
Y, al igual que hacemos con las prendas de vestir, debemos desechar aquellas mantas, colchas o edredones que no se utilizan. Si están en buenas condiciones podrán dar calor a alguien que lo necesite.
Ya tenemos preparada la casa y nuestros armarios para recibir a este verano que se adelanta.
Cerramos la temporada de sofá y manta para dar la bienvenida a la de hamaca y abanico.