El tiempo es oro
A pesar de ser una frase muy utilizada creo que, como nos ocurre con otras tantas cosas, sólo lo valoramos y nos damos cuenta de lo que significa cuando nos paramos a pensar en cómo ha pasado el tiempo, cuánto tiempo hace que no hago tal cosa, cuánto tiempo hace que no veo a alguien o cuando le hemos dedicado nuestro tiempo a algo o a alguien y el resultado no ha sido muy gratificante nos invade la sensación de haberlo perdido, aunque, en este caso, como de todo se aprende, la pérdida de tiempo se puede convertir en una enseñanza que, probablemente, no olvidaremos.
De vez en cuando, sería bueno que le dedicáramos tiempo al tiempo. Es decir, que hagamos un alto en el camino y repasemos qué actividades hemos realizado en la última semana o a lo largo de un mes, cuánto tiempo hemos empleado en cada una de ellas, si nos han merecido la pena y que nos ha faltado por hacer. Lo mejor sería hacerlo por escrito. Verlo plasmado en un papel evidenciará los fallos que hemos cometido al administrar nuestro tiempo o, por el contrario, que lo estamos haciendo bien, aunque todo es susceptible de mejorar.
Es muy importante que, a la hora de hacer este recuento de actividades cronómetro en mano, seamos honestos y no lo hagamos al tuntún, si no reflejamos la realidad el estudio no servirá para lo que nos habíamos propuesto, que era optimizar nuestro tiempo y poder llegar a hacer cosas que nos apetecen y no creíamos posible.
Vamos a actuar como si fuera ese armario abarrotado de ropa, en el que no cabe un alfiler, y lo vaciamos para que al ver todas las prendas encima de la cama tomemos conciencia de todo lo que tenemos y seleccionemos lo que realmente vale la pena guardar. Al igual que esa ropa que hemos descartado para despejar el armario y hacerlo más racional, descartaremos todas aquellas actividades que consumen nuestro tiempo sin que aporten ningún beneficio y analizaremos si podríamos reducir el tiempo empleado en otras para ver si con lo que nos sobra podemos descansar un poquito más, dedicárselo a alguien, pasear, hacer deporte, leer…
Os propongo que a lo largo de la semana vayáis apuntando todo lo que hacéis y cuanto tiempo habéis empleado en ello. Al terminar la semana, con todo apuntado, podréis hacer un análisis y modificar todo aquello que hace que muchas veces tengáis la sensación de que no tenéis tiempo para nada.
Como decía la frase de campaña de un expresidente americano: “Yes, we can”.