El armario de Patricia

La vida, que no deja de ser una caja de sorpresas, en muchas ocasiones y “cuando menos te lo esperas”, por cierto titulo de una simpática y para mí inolvidable  película de dos grandes del cine, Jack Nicholson y Diane Keaton, por la maravillosa casa de Los Hamptons, decorada con muy buen gusto, en la que se desarrolla la acción. Como iba diciendo, cuando menos te lo esperas coincides con una persona, Patricia, que presenta un programa de entrevistas en un canal de televisión, que te dice que su armario es un poco caótico y, entre bromas y veras, se produce la sinergia por la cual y teniendo como hilo conductor ese armario, mi querida compañera de viaje, en este fascinante camino del orden, Sonia y yo nos ponemos manos a la obra con él.

Por su parte, a Patricia se le ocurre la idea de hacer una sección en su programa en la que a través de entrevistas y grabando nuestro trabajo en su habitación se pueda ver y contar todo el proceso de transformación que, a través del orden, se produce en un espacio.

Así nace la sección “El Armario de Patricia” dentro del programa “Todos con Patricia” en Canal Costa Marbella Tv.

Quiero aclarar, para todas aquellas personas que ya lo han visto o lo quieran ver, que todo lo que se ve y se cuenta es fiel reflejo de la realidad. 

El trabajo realizado por Sonia y por mí en “El armario de Patricia”, de principio a fin, es el mismo que hubiéramos desarrollado sin una cámara delante, no hay ningún tipo de impostura o simulación.

Creo que es muy ilustrativo para poder conocer como trabajamos los organizadores profesionales.

El primer programa corresponde a lo que llamamos visita de reconocimiento o diagnóstico de la situación.

Ahí visualizamos tanto el nivel de desorden del que nos ha hablado el cliente como los espacios de almacenaje, armarios, altillos, estantes…, disponibles.

Nuestra misión es reconducir esa situación.

En muchos casos la desproporción entre el volumen de ropa o enseres y el espacio es tal que se hace necesaria una toma de decisiones por parte del cliente sobre las pertenencias que debería dejar ir. 

Los organizadores sabemos que esa es una de las fases más difíciles y complicadas para cualquier persona. 

Por ello, nuestra misión no es solo doblar, colocar u optimizar el espacio sino escuchar, empatizar razonar y acompañar para que la tarea de descarte sea mucho más liviana.

Patricia, acompañada por Sonia y por mí, superó con nota ese trance.

A partir de ahí, todo es más gratificante porque poco a poco el orden empieza a invadir los espacios y empieza a tomar forma un sistema de organización que le da un sitio a cada cosa.

El espacio se va transformando y en este caso, Patricia  empezó a visualizar un resultado que, probablemente, cuando empezó el proceso no se podía imaginar.

Como he dicho antes, todas las distintas fases o etapas por las que ha pasado “El Armario de Patricia”, absolutamente reales, se pueden ver y están contadas, a través de las entrevistas en esa sección de su programa.

Como balance final diría que no solo sus armarios han quedado organizados y ordenados sino que la magia del orden se ha extendido a todo el dormitorio.

Sin embargo, ese armario que llevamos todos dentro, el que guarda los afectos, ahora está un poco más comprimido porque sé que en el de Patricia hemos entrado Sonia y yo y en el de Sonia y en el mio ha entrado Patricia

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