Cambio de armario: las claves
De momento el otoño se muestra tímido. No se atreve a irrumpir con fuerza aunque, poco a poco, seguro que lo hará. Puede que, en lugar de hacerlo de forma paulatina, un buen día se envalentone y la lluvia y el frío se hagan los dueños de la situación.
Para que no nos coja por sorpresa debemos tener el vestuario de la temporada preparado.
Tanto en esta época del año como en primavera es inevitable que las personas que nos dedicamos al orden os demos las pautas para que la operación cambio de armario se haga lo más llevadera posible y sobre todo que culmine con éxito.
Para los que estéis interesados en repasar las etapas de este proceso en el blog encontraréis algunos post en los que hablo de ello.
Hoy, más que describir los pasos y en qué consiste cada uno, quiero centrarme en lo que considero qué es clave para que el traspaso de ropa no se convierta en un calvario y que el resultado sea óptimo.
La primera clave es la elección del momento. De ello va a depender que lo hagáis de forma relajada o que os acabe agobiando.
Si no se tiene mucha ropa se podrá hacer de forma sencilla y rápida. Pero, en general, la tendencia es tener un vestuario amplio que nos permite variar mucho. Lo cual tiene una contrapartida: el cambio de armario será más trabajoso y nos llevará más tiempo.
En estos casos, es posible que en una mañana no lo podamos resolver. Lo que debemos hacer es reservar, por ejemplo, el fin de semana para realizarlo.
Mi recomendación es que, una vez que lo hayamos iniciado, continuemos con ello hasta terminar, a sabiendas que contamos con tiempo suficiente para completarlo. Si se queda a medias sin saber muy bien cuando lo podremos rematar, es probable que se nos atragante y el resultado no sea el esperado.
Subir, bajar, descolgar, colgar, doblar… vamos a hacer mucho ejercicio, por lo tanto, utilizad ropa cómoda que os de libertad de movimiento.
Animad la jornada con vuestra música preferida o con esos podcasts que tenéis pendientes de escuchar.
Aprovechad el vaciado del armario y las cajoneras para limpiar los interiores.
Todas las prendas de verano que ya no estéis utilizando debéis ir lavándolas o llevándolas a la tintorería. Guardar la ropa limpia nos asegura que estará preparada para poder utilizarla en la siguiente temporada.
No os olvidéis de deshaceros de lo que por diversos motivos no os ponéis.
Haced pequeños descansos y sobre todo enfocaros en el resultado.
Ponedle mucha ilusión porque este proceso os puede llevar a conseguir el armario con el que siempre habéis soñado.