Alquiler vacacional

Entramos en lo que la industria del turismo llama “temporada alta”.

Este año puede que sea más alta que nunca. Las restricciones de los años anteriores, debido a la pandemia, han desatado las ansias de viajar.

Entre las muchas opciones, una de las preferidas, en especial para los que se plantean vacaciones de sol y playa, es alquilar un apartamento.

Quiero tratar el tema del alquiler vacacional desde dos perspectivas. Por un lado, si somos propietarios, cómo organizarlo para que los inquilinos puedan disfrutar de él.

Por otro lado, dejar unas pautas para los que lo alquilen para sus vacaciones.

A la hora de equiparlo, es importante la capacidad. No es lo mismo un estudio donde no caben más de dos personas bien avenidas que un apartamento con dos o tres dormitorios.

Es lógico que en el mobiliario no nos gastemos una fortuna, salvo que se trate de llegar a clientes de alto poder adquisitivo. Amueblarlo de forma sencilla para que resulte atractivo a la vista, sin estridencias. Evitar aprovechar piezas muy dispares que hemos ido recolectando de nuestro trastero o del de la familia o amigos. O, al menos, intentar armonizarlas pintándolas del mismo color o dentro de una gama.

Incluir elementos o accesorios como una cuna, bañera o cambiador lo hará muy atractivo para familias con bebés.

La cocina deberá contar con los utensilios necesarios para cocinar de forma básica y el servicio de mesa. Como mínimo 6 piezas de cada categoría: platos llanos, platos hondos, tazas, vasos, cubiertos, una ensaladera y unos paños de cocina.

Podemos completar el equipamiento con pequeños electrodomésticos como un tostador, un exprimidor o una cafetera.

Al menos, dos juegos de sábanas por cada cama y dos juegos de toallas por persona.

Debemos informar a los inquilinos de las normas que la comunidad de propietarios ha establecido en cuanto al horario de uso de la piscina o instalaciones deportivas. Si hay o no servicio de recogida de basura. En el caso de que no lo haya, indicarles dónde están los contenedores más cercanos.

A aquellos que lo van a disfrutar pedirles que utilicen de forma correcta el mobiliario y los enseres que tienen a su disposición. Que descansen, que se diviertan, que rompan con sus rutinas sin que ello altere la convivencia con el resto de propietarios o veraneantes.

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