Adiós ropa de invierno

Estamos viviendo esos días de primavera loca, en los que sale el sol, graniza y llueve, todo en el mismo día.

Pero, hasta en las zonas más frías, las temperaturas van cogiendo el ritmo de subida.

Ha llegado el momento de despedir a la ropa de invierno y darle la bienvenida a la de verano.

No le demos más vueltas. El cambio de armario se impone.

Sé que a muchos de vosotros os da pereza el ajetreo de sacar, buscarle un nuevo acomodo a la ropa de la temporada que nos deja, acarrear y colocar la de la temporada que llega.

Por eso, antes de embarcarnos en ello, vamos a planificarlo.

Una de las claves para que el proceso no se nos atragante es elegir el momento adecuado para llevarlo a cabo.

Mi consejo, especialmente a los que de lunes a viernes estáis trabajando, es que lo hagáis en el fin de semana. Con la seguridad de tener unas cuantas horas por delante para poder terminarlo y que no se nos quede a medias.

Amenizarlo con nuestra música preferida es otra forma de hacerlo más llevadero.

Otro aliciente para emprenderlo con ilusión es pensar en el resultado. Es una buena ocasión para organizarlo y ordenarlo para que nos sea más fácil vestirnos y aprovechar al máximo todas las posibilidades de nuestro vestuario.

Una vez que hemos creado las condiciones óptimas vamos a ir cubriendo las distintas fases de la operación cambio de armario.

La primera etapa es vaciarlo. Lo cual nos permite hacer una buena limpieza en la parte interior del armario o vestidor.

De esa forma ya estará preparado para recibir la nueva temporada.

Para cumplir con nuestro objetivo, conseguir un armario de revista, debéis colgar las prendas, de derecha a izquierda por color, de más claro a más oscuro y también por longitud, de más corto a más largo.

Las camisetas las colocaréis en cajones o baldas por colores. Si tenéis muchas, el doblado vertical optimiza el espacio.

Antes de guardar la ropa de invierno, se hace imprescindible un repaso, prenda a prenda, para descartar todo aquello que está deteriorado, lo que está dos tallas por encima o por debajo de nuestra talla actual o lo que hace dos temporadas que no nos hemos puesto. Su destino: reciclar, donar o regalar.

Todo lo que vamos a conservar debe estar limpio antes de pasar a su retiro de verano. Así, nos aseguramos siempre que la nueva temporada sale lista para poder utilizarla.

Espero que con estos consejos el cambio de armario no sea un castigo sino un placer.

Publicaciones Similares